El corsario AMARO PARGO; La leyenda (II). SOLIDARIO-Devoto y generoso, prestaba ayuda a los pobres, se le valora la caridad y su interés en cambiar la pobreza. Amaro Pargo fue un hombre de profundas ideas religiosas, quizás viendo su muerte próxima, encomendó su alma a Dios. Al formalizar su testamento, ante el correspondiente escribano, no pensó en sus días de gloria,
felicidad y riqueza, sino elevo su alma, al enviar su cuerpo a la tierra de la que, según preciso, "fue formado para que de ella sea reducido." El corsario no se olvido nunca de los necesitados, como los niños expósitos de La
Laguna (
Tenerife), quienes, de no tener herederos el capitán y en ultima instancia, se beneficiarían. También destino dinero para los encarcelados. La preocupación por la situación económica de los pobres en el siglo XVIII, motivo que Amaro Pargo participara en una de las sesiones del Cabildo (Tenerife), solicitando un nuevo tipo de moneda (introducción de los cuartos y los ochavos bajo la estimación de 4 y 2 maravedíes, para limosnas) que mejorara el problema que presentaba la sociedad lagunera en aquella época. En la sesión no intervino como capitán sino como sencillamente en calidad de vecino y comerciante, dejando plasmado en su acta su firma.