El corsario AMARO PARGO; La leyenda (II). SU MUERTE Y ENTIERRO-Murió el 14 de octubre de 1747. (La
Laguna-
Tenerife). Durante el traslado del entierro, se hicieron ocho pausas en la
calle. El sepelio fue por la mañana y en los documentos se hace constar que fue muy solemne. El capitán Amaro Rodríguez Felipe fue enterrado en el sepulcro de sus padres, al lado derecho al entrar el templo
Santo Domingo, bajo el
coro. La losa de mármol tiene grabado el
escudo de armas de la
familia Rodríguez Felipe, en el que no faltan símbolos de fuerza como el guerrero saliente con armadura, los puñales y los cañones. Y para reforzar el espíritu corsario, al pie del sepulcro aparece una calavera guiñando el ojo derecho y el izquierdo abierto, sin faltar las dos tibias cruzadas. Su esclavo moriría unos meses después el 17 de enero de 1748 enterrado en un
convento anexo donde fue enterrado Amaro Pargo. El documento añade que era libre y de unos 80 años de edad. El entierro paro cuatro veces en su recorrido por la ciudad y acompañado de cuatro capellanes. Mucho mas importante es aun lo que dijo de este esclavo Amaro Pargo en su testamento, dando a conocer su apellido Linche y disponiendo que, por parte de sus herederos, nunca le faltara
comida, vestimenta ni atención cuando estuviera enfermo, así como que fuera enterrado en su sepultura, es decir, en la de la familia Rodríguez Felipe. Sus herederos estaban obligados por testamento-anualmente antes del 10 de noviembre-a ofrendar en el sepulcro del corsario 1 fanega de trigo y un barril de vino, debiendo cantar los religiosos el oficio de vigía, misa y responso que se acostumbraba. Mil treinta y cuatro misas regladas por su alma donde durante la función debería estar encendidas cuatro hachas en un hachero sobre su sepulcro.