Núcleos poblacionales: Las
Aguas.- Cruzada por la Avenida de Las Aguas que une
San Juan con el centro del
barrio, es la
puerta al
mar del municipio, conservando una
playa de callaos y un embarcadero, así como el Roque que armoniza con el
paisaje. El olor a salitre, como punto fundamental de su propio paisaje complementa una oferta que va desde una exquisita gastronomía a unas vistas al mar que hacen de los
paseos eventos inolvidables. Las Rosas.-Este barrio es llamado así por su propia
historia, pues en la
antigüedad era una zona con una amplia densidad de zarzales, maleza y
monte bajo que tuvo que ser “rozado” para la eliminación de toda esta vegetación que impedía la utilización de sus terrenos para el cultivo. Situado en la parte alta del municipio, al borde del barranco de la Chaurera, se ensancha a lo largo de un
camino que sale desde la
carretera que une
Los Realejos y
La Guancha y llega hasta La Corona. La
ermita en honor a
Santa Rosalía y la
plaza son el meridiano de un barrio eminentemente residencial, aunque en la actualidad todavía se conserva el brote agrícola que deja patente que el sector agrario sigue siendo el pulmón del municipio. La
Casa Grande junto al Lomo de las Suertes se alza como uno de los grandes encantos del barrio. Siendo en su pasado la residencia de la
familia Oramas, es hoy un vástago del pasado que sobrevive para su admiración.