El Barrio de Santa Catalina, situado en la costa norte de la isla de Tenerife, posee una muestra del uso de la piedra de cantería en la arquitectura popular canaria del siglo XVI.
Antiguamente sus habitantes se dedicada a las faenas agrícolas, gracias al agua que se obtiene de sus numerosas galerías filtrantes, al cultivo de la vid, las papas y los frutales.
Antiguamente sus habitantes se dedicada a las faenas agrícolas, gracias al agua que se obtiene de sus numerosas galerías filtrantes, al cultivo de la vid, las papas y los frutales.