¡Quién no recuerda las poteras de Benito (el de Margarita)?, cuando se desquiciaba por que no pescaba nada y cogía un par de porteras, dos tiros, un poco de pan, ¡para el agua! y a esperar que las galanas o cualquier otro pescado, mientras se entusiasmara con el pan, se podía enganchar en ellas.