Este es el "lagar de Pepe", donde todos los vecinos del barrio "pisaban" su uva, que durante todo el año cuidaban con esmero para que sobre el mes septiembre se diera bien la cosecha.
¿Y qué decir de la famosa "piedra agua pie"? A muchos seguro que no les trae muy buenos recuerdos, pero seguro que el resto se rieron todo lo que quisieron.
Bueno, para los que no saben de lo que estoy hablando, "la piedra agua pie" era una expresión inventada por los vecinos, con el fin de que los chicos que estuviesen rondando por el lagar el día de en que se pisaba la uva, fuesen a buscar esa famosa piedra a casa de algún vecino. Se les decía que tocasen en casa de ese vecino y que le pidiesen la "piedra agua pie". Ese vecino, que no era elegido al azar, que ya sabía de lo que iba la broma, les decía que esperasen un momento ya que él iba a buscarla. Pues ese vecino tenía que introducir en un saco (de papas) unos bloques o una piedra de un peso considerable y dárselas a los chicos y decirles que la llevasen al lagar con muchísimo cuidado, ya que era muy delicada y si la ponían en el suelo, se rompía. Pues imaginaos a esos dos chicos, cargados como "mulos", con esa piedra que pesaba una barbaridad y para colmo no podían descansar en ningún momento. Hasta que llegaban al lagar y cuando descubrían lo que había en el interior de ese saco, eran el motivo de riza de todos los allí presentes. Mis recuerdos se sitúan sobre los años 90.
¿Y qué decir de la famosa "piedra agua pie"? A muchos seguro que no les trae muy buenos recuerdos, pero seguro que el resto se rieron todo lo que quisieron.
Bueno, para los que no saben de lo que estoy hablando, "la piedra agua pie" era una expresión inventada por los vecinos, con el fin de que los chicos que estuviesen rondando por el lagar el día de en que se pisaba la uva, fuesen a buscar esa famosa piedra a casa de algún vecino. Se les decía que tocasen en casa de ese vecino y que le pidiesen la "piedra agua pie". Ese vecino, que no era elegido al azar, que ya sabía de lo que iba la broma, les decía que esperasen un momento ya que él iba a buscarla. Pues ese vecino tenía que introducir en un saco (de papas) unos bloques o una piedra de un peso considerable y dárselas a los chicos y decirles que la llevasen al lagar con muchísimo cuidado, ya que era muy delicada y si la ponían en el suelo, se rompía. Pues imaginaos a esos dos chicos, cargados como "mulos", con esa piedra que pesaba una barbaridad y para colmo no podían descansar en ningún momento. Hasta que llegaban al lagar y cuando descubrían lo que había en el interior de ese saco, eran el motivo de riza de todos los allí presentes. Mis recuerdos se sitúan sobre los años 90.