¡Que recuerdos!
Cuantas veces fuimos a pescar y a bañarnos aquí. La verdad es que no se cogía mucho pescado, pero como está en un entrante de mar, pues no era peligroso el lugar y siempre nos quedaba el consuelo de que si no pescábamos nada, pues nos podíamos bañar.
Este lugar me trae muy buenos recuerdos, ya que no se me olvida cuando mi padre (Ofelio) iba a pescar aquí y yo y mi madre le esperábamos en la orilla hasta que saliese. Alguna vez hacía alguna pesca que otra interesante y siempre se me quedó grabado cuando se quitaba el traje de neopreno y le quedaban las marcas (temporales) en la piel de la presión del mismo. El problema era cuando con el paso de los años la bajada de piedras al lugar se hacía cada vez más intransitable y peligrosa, por lo que la afluencia de personas fue cada vez menor.
Cuantas veces fuimos a pescar y a bañarnos aquí. La verdad es que no se cogía mucho pescado, pero como está en un entrante de mar, pues no era peligroso el lugar y siempre nos quedaba el consuelo de que si no pescábamos nada, pues nos podíamos bañar.
Este lugar me trae muy buenos recuerdos, ya que no se me olvida cuando mi padre (Ofelio) iba a pescar aquí y yo y mi madre le esperábamos en la orilla hasta que saliese. Alguna vez hacía alguna pesca que otra interesante y siempre se me quedó grabado cuando se quitaba el traje de neopreno y le quedaban las marcas (temporales) en la piel de la presión del mismo. El problema era cuando con el paso de los años la bajada de piedras al lugar se hacía cada vez más intransitable y peligrosa, por lo que la afluencia de personas fue cada vez menor.