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La cuadra del palmero, SANTA CRUZ DE TENERIFE

Contexto histórico: Crisis en España-La Crisis de 1640 fue la crisis política más grave que vivió la Monarquía Hispánica de los Austrias ya que a punto estuvo de acabar con ella —de hecho se produjo la secesión del reino de Portugal—. Tuvo lugar durante el reinado de Felipe IV de España y entre sus causas principales se encuentra el proyecto de Unión de Armas propuesto por su poderoso valido el Conde-Duque de Olivares. Todo ello dentro del contexto de la Guerra de los Treinta Años y de la reanudación de la Guerra de los Ochenta Años contra los rebeldes de las Provincias Unidas de Holanda y Zelanda. Monarquía Hispánica, históricamente denominada Monarquía Católica o Monarquía de España, se refiere al conjunto de territorios con sus propias estructuras institucionales y ordenamientos jurídicos, diferentes y particulares, y que se hallaban gobernados por igual por el mismo soberano, el monarca español, a través de un régimen polisinodial de Consejos. El soberano español actuaba como rey —y en su caso con el correspondiente título nobiliario—, según la constitución política de cada Reino, Estado y Señorío, y por tanto, su poder formal variaba de un territorio a otro, pero actuaba como monarca de forma unitaria sobre todos sus territorios. Casa de Austria es el nombre con el que se conoce en España a la dinastía Habsburgo reinante en la Monarquía Hispánica en los siglos xvi y xvii; desde la proclamación como rey de Carlos I en 1516, hasta la muerte sin sucesión directa de Carlos II, que provocó la Guerra de Sucesión Española. Felipe IV de España, llamado «el Grande» o «el Rey Planeta», fue rey de España desde el 31 de marzo de 1621 hasta su muerte, y de Portugal desde la misma fecha hasta diciembre de 1640. Su reinado de 44 años y 170 días fue el más largo de la casa de Austria y el tercero de la historia española, siendo superado solo por Felipe V y Alfonso XIII, aunque los primeros dieciséis años del reinado de este último fueron bajo regencia. La Unión de Armas fue una propuesta política proclamada oficialmente en 1626 por el Conde-Duque de Olivares, valido del rey Felipe IV, por la que todos los "Reinos, Estados y Señoríos" de la Monarquía Hispánica contribuirían en hombres y en dinero a su defensa, en proporción a su población y a su riqueza. Así la Corona de Castilla y su Imperio de las Indias aportarían 44 000 soldados; el Principado de Cataluña, el Reino de Portugal y el Reino de Nápoles, 16 000 cada uno; los Países Bajos del sur, 12 000; el Reino de Aragón, 10 000; el Ducado de Milán, 8000; y los reinos de Valencia, Mallorca y Sicilia, 6000 cada uno, hasta totalizar un ejército de 140 000 hombres. El Conde-Duque pretendía hacer frente así a las obligaciones militares que la Monarquía de la Casa de Austria había contraído desde el inicio en 1618 de la Guerra de los Treinta Años y tras el fin de la "Tregua de los Doce Años" en 1621 que había reanudado la que se llamaría Guerra de los Ochenta Años sostenida con los rebeldes de las Provincias Unidas de los Países Bajos. Sin embargo, el conde-duque era consciente de la dificultad del proyecto ya que tendría que conseguir la aceptación del mismo por las instituciones propias de cada territorio —singularmente de sus Cortes—, y éstas eran muy celosas de sus fueros y privilegios.
(12 de Julio de 2019)