El territorio donde se asienta la ciudad estaba ocupado por lo que era el menceyato de Anaga. En la etapa prehispánica residían los aborígenes y era transitada ya por europeos antes de su conquista. En 1496 la corona de Castilla se anexionó el territorio tras la llegada de los conquistadores 2 años antes. Durante el siglo XV,
Santa Cruz se convirtió en verdadero centro de avituallamiento de aquellos
barcos que se dirigían a América. Al mismo tiempo se desarrollaba una sociedad heterogénea compuesta por marineros, comerciantes, soldados y guanches, sobre todo las mujeres que no habían luchado y perecido en la conquista y que están en el origen de la sociedad actual. Con el desarrollo del
puerto de Santa Cruz bajo la protección de las fortificaciones
militares floreció el
comercio en la ciudad e hizo que fuera atractiva para los piratas.