En 1833,
Santa Cruz de Tenerife se convirtió en la capital de la isla y comenzó a absorber todo el
comercio marítimo de Tenerife. Desde entonces, su influencia y su desarrollo no han dejado de crecer. La ciudad de Santa Cruz de Tenerife ha vivido una evolución histórica inmensa en los últimos siglos. Históricamente, Santa Cruz era una pequeña villa de pescadores que servía de
puerto de la ciudad vecina de La
Laguna, mucho más desarrollada e influyente. El nombre de chicharreros, como se conoce popularmente a los tinerfeños, tiene su origen en los habitantes de Santa Cruz, que eran tan pobres que solo podían
comer este
pescado pequeño y fino.