Como curiosidad, estos antiguos moradores de las Islas usaban técnicas de momificación para algunos enterramientos, y muchas de estas momias se conservan hoy en día. Estas y los restos encontrados, por ejemplo, en enterramientos colectivos en
cuevas, nos han dado una visión muy cercana de las duras condiciones de vida que soportaban, dedicados al pastoreo y la
agricultura. La conquista del Archipiélago se inicia formalmente en 1402, con las incursiones de Jean de Bethencourt y Gadifier de la Salle, en nombre de Enrique III, en
Lanzarote,
Fuerteventura y
El Hierro.
Tenerife es la última Isla que se conquista, ya durante el reinado de los Reyes Católicos. La lucha es sangrienta y los españoles, mandados por el Adelantado Alonso Fernández de
Lugo, sufren derrotas espectaculares, como la de La
Matanza, en 1494. Un año después, el Adelantado regresa con un nuevo
ejército y cambia la suerte en la batalla de Aguere, sentenciando el triunfo español en La Victoria.