A lo largo del tiempo, Tenerife ha estado unida a América como paso obligado de las naves hacia el nuevo continente. Los canarios participaron activamente como colonos en el nacimiento de naciones y ciudades. Fueron familias isleñas, por ejemplo, quienes fundaron las ciudades de Montevideo y San Antonio de Texas; y en la lista de defensores del Álamo abundan los apellidos netamente canarios. Venezuela y Cuba fueron los destinos tradicionales de los emigrantes tinerfeños. El descubrimiento de América y la penetración europea hacia el Índico a través de la costa occidental africana hacen de Canarias una encrucijada de las rutas marítimas, lo que las convirtió durante siglos en objetivo de piratas y ataques por mar.