El auge del turismo: El agradable clima y la suavidad de la temperatura del
mar propiciaron que
Tenerife comenzara a recibir turistas desde las últimas décadas del siglo XIX. Por entonces, miles de personas con problemas de salud acudían desde Europa para recuperarse de enfermedades reumáticas, cutáneas y respiratorias aprovechando la pureza del ambiente atlántico de
Canarias y los beneficios de sus
aguas. Si bien anteriormente había sido destino de exploradores, botánicos y geólogos, Tenerife comienza así a convertirse en el importante destino vacacional que es hoy en día. En 1886 se fundó en el
Puerto de la
Cruz la Compañía de
Hoteles y Sanatorium del
Valle de La Orotava, que gestionaba el sanatorio Orotava Grand
Hotel. Pocos años después se construyeron otros
edificios dedicados al
alojamiento y la comodidad de los visitantes en el norte de Tenerife que se convirtieron en la primera oferta hotelera del archipiélago.