Añadimos a eso las vistas maravillosamente espectaculares que ofrece aquel enclave. Atardeceres increíbles, matizan el mar y el cielo de colores, de sombras y luces que trasmiten a cualquier observador la magia de lo extraordinario que brinda este planeta.
A mitad de camino entre SantaCruz y Puerto de la Cruz, El Sauzal es un pueblo tranquilo y coqueto que regala unas vistas excepcionales al Teide y al océano. Entre sus imprescindibles destacan la Casa de la Miel y el Vino —con una muestra de lo mejor de estos dos productos elaborados en la Isla— o la Casa Museo de la Sierva de Dios, cuyo cuerpo, después de casi 400 años de su muerte, continúa incorrupto. Miles de fieles acuden a contemplarlo cada 15 de febrero en el convento de La Laguna en el que pasó gran parte de su vida.