La mejor forma de acercarse a este espacio natural único es desde la ciudad vecina de
San Cristóbal de La Laguna. La
carretera de
Las Mercedes (TF-12) sube desde la antigua capital de la isla hacia los
montes atravesando parte de la Vega lagunera, uno de los espacios agrícolas más fértiles de
Canarias. Pero, de súbito, se acaban las
huertas y las
casas dan paso a los
árboles. El bosque es tan tupido que las copas se abrazan convirtiendo el
camino en una especie de
túnel verde que apenas se da un par de respiros en lugares como el
Mirador de Jardina. Conviene pararse. El regalo merece la pena. A media altura puede verse toda la vega lagunera y, si el clima lo permite, la impresionante mole de El Teide, punto culminante de
España con sus 3.718 metros. Otra parada obligada es la
Cruz del Carmen. Una pequeña
ermita marca el antiguo cruce de
caminos que unía la vega con los pagos de Anaga.