Antes de la llegada de los conquistadores castellanos, la zona que hoy se conoce como
Valle de Guerra, ya se encontraba habitada por los guanches, prueba de ello son los restos arqueológicos encontrados en diversos puntos del
pueblo, los más conocidos son los provinientes de las
Cuevas de El Calabazo, situadas en las laderas costeras del "Valle".
Una vez finalizada la conquista de la isla de
Tenerife, y tras realizarse el reparto de tierras, se le concedió la propiedad de la zona de Valle de Guerra a Don Lope Fernández de la Guerra. Este es el origen del nombre del pueblo, la
montaña más alta que circunda "el Valle" es la Montaña de Guerra que también debe su nombre al mencionado conquistador.
Valle de Guerra al igual que otros
pueblos vecinos tuvo
ayuntamiento propio, su territorio abarcaba desde la costa hasta la cumbre a 980 metros de altura lindando con el ayuntamiento de
El Rosario,
Tacoronte, La
Laguna y
Tegueste y abarcando dentro de su territorio pueblos como
Guamasa,
El Ortigal, La
Cruz Chica.
Hasta 1846 fue un municipio independiente, fecha en la que fue anexionado al de
San Cristóbal de La Laguna junto con
Punta del Hidalgo y Tejina. Desde finales del siglo XV, aún en proceso de colonización, el conquistador Lope Fernández (o Hernández, ya que aparece de las dos maneras) puso sus ojos en este valle:
El veinte de septiembre de 1498 le hicieron los Reyes Católicos, y en su nombre el Gobernador Don Alonso Fernández de
Lugo, merced de un extenso valle, de 30 cahiches de extensión, en el antiguo reino de Tacoronte, que tomó el nombre de su
familia y donde levantó en su piedad la
ermita de San Francisco de Paula.
F. Fernández, 1952.
Del padrón de 1780 de Valle de Guerra se deriva que en este año contaba con noventa y dos vecinos y su alcalde era Don Salvador García. De principios del siglo XIX J. Primo de la Guerra en su diario I (1976: 152) da cuenta de la elección del alcalde en fecha 31 de diciembre de 1802:
Salió electo alcalde del Valle de Guerra para el año próximo Domingo Alfonso de Armas, vecino del Boquerón, medianero en la hacienda de Carta que poseen el capitán Don Diego Reguera y Don Luis Fonspertuis.
Más tarde, con la Constitución de las Cortes de
Cádiz en 1812 que, como otras, intervenían en la ordenación y administración, se acordó que aquellos localidades que tuvieran
parroquia o ermita podrían constituirse en municipio independiente. A partir de aquí son muchos los localidades que solicitaron ayuntamiento propio. Se sabe, por ejemplo, que el Ayuntamiento Constitucional de Tejina fue creado a principios del siglo XIX, al que pertenecía también el localidad de
Bajamar. Casi a mediados del siglo XIX ya cuenta con setecientos setenta y seis vecinos y el alcalde era propuesto por el vecindario y designado por la Real Audiencia. Al parecer, los creadores de estos
ayuntamientos abandonaron el lugar, los grandes propietarios se marcharon, y los vecinos que quedaban, probablemente no sabían leer ni escribir. Precisamente el Ayuntamiento de Valle de Guerra fue uno de los primeros en aceptar su agregación a la Junta de La Laguna y el quince de mayo de 1846 el ministerio de la Gobernación de
España comunica la siguiente Real Orden:
Conformándose S. M. con lo propuesto por VS. y por esa diputación provincial se ha servido mandar que se suprima el Ayuntamiento de Valle de Guerra, y que su territorio se agregue al distrito municipal de La Laguna.