La leyenda de la
flor de Chasna,
Vilaflor: La
tradición cuenta que uno de los capitanes de
Lugo, de nombre Pedro Bracamonte, descubrió en el barranco de Chasna a una bellísima muchacha aborigen, a la que por su cautivadora belleza llamaban la Flor de Chasna, y la hizo prisionera. La doncella, luego de unos días de cautiverio logro escaparse, pero el capitán, prendado de los encantos de la bella fugitiva, no pudo soportar su pérdida y enloquecido de amor, y pese a los cuidados de sus soldados, después de tres meses de suspirar por la bella aborigen y de repetir! Vi la flor del
valle!, ¡Vilaflor!, murió evocando a su amada. Desde entonces, este pueblecito verde y montañoso, tomo el nombre Vilaflor hasta nuestros días.