Las vistas desde el propio
mirador compensan el relativamente largo trayecto en
coche hasta el lugar. Nosotros sin embargo te recomendamos que, como audaz peregrino, te adentres en el
valle unos cientos de metros a través del «
Camino de Candelaria». Eso sí, si tienes la tentación de llegar hasta el Volcán de Arafo, ten en cuenta que el trayecto es de pendiente pronunciada y firme resbaladizo. Si además piensas volver a La Crucita, el tramo de subida puede ser realmente duro. Planifica bien tu salida de antemano en cuanto a equipo y provisiones, si te decides a hacer el pateo. Como ves, el lugar ofrece muchas posibilidades. Además, nos queda de paso en nuestras habituales visitas al
Parque Nacional por lo que, a buen seguro, volveremos a visitarlo. El mirador de La Crucita es además parte del
sendero 17 del Parque Nacional. Esta ruta enlaza, en un trayecto de menos de 3 km, con la
montaña de Igueque, un promontorio cercano situado a unos 2250 metros de altitud.