Mientras a muy pocos metros y en el sentido inverso está el
Mirador La
Tarta II en el que puedes contemplar un asombroso talud que se compone de distintos apilamientos con materiales volcánicas pertenecientes a épocas cronológicamente muy distantes entre sí, pero eso sí de similar morfología. De la capa blanca se ha conocido que vienen de un volcán que se ubicaba en Las Cañadas. Su erupción fue en su día muy violenta del tipo pliniano y arrojo muchos fragmentos de pómez a una gran altura y que fueron llevados hasta allí por el viento.