Se estima que entre cada una de las capas pueden haber transcurrido siglos o milenios. La capa blanca está formada por fragmentos de
piedra pómez, muy porosa y ligera. Las capas negras se forman por picón basáltico, característico de las erupciones con bajas emisiones de gas. Por último, las capas rojizas también son de picón basáltico, pero su
color es el resultado de haber entrado en contacto con
aguas subterráneas que han oxidado el material antes de evaporarse por el calor. La
Tarta del Teide y su
mirador es en la actualidad una atracción turística y una de las formaciones más famosas del
Parque Nacional del Teide. Este corte sobre el terreno te lo encuentras de sopetón cuando vas por la
carretera y realmente es toda una preciosidad, las distintas capas de sedimentos con sus diferentes
colores acumulados durante miles de años hacen un efecto impresionante, Hay un mirador donde se puede aparcar fácilmente y verlo con calma.