El pastoreo fue una de las actividades más importantes de la cumbre, desarrollada desde la época aborigen (los guanches). Fue en el año 1954, con motivo de la declaración oficial de
Parque Nacional, en la que se prohibió llevar a cabo la profesión, para garantizar la conservación de algunas especies vegetales amenazadas. En esta zona existe un hundimiento donde antaño estaban los
Corrales de Teresme que era lugar de encuentro de pastores, que traían sus rebaños a pastar en época de
verano y donde también se encuentra la antigua
casa en la que vivió Juan Évora.