Muchos de estos visitantes acudieron a
Vilaflor en busca de la salud perdida, hospedándose en el
Hotel Vilaflor (situado junto a la
ermita de
San Roque), primer hotel del sur de la isla, del que se dice que “situado en medio de un
paisaje delicioso, impregnado con olor a resina, es un
refugio de paz para el espíritu y un lugar propicio a la salud del cuerpo”. Entre estos ilustres viajeros cabe mencionar al botánico inglés Philip Barker Webb y al marino y naturalista francés Sabine Berthelot, quienes publicaran en París, entre 1836 y 1850, la Histoire Naturelle des lles Canaries, donde en una de sus láminas ilustradas por el dibujante inglés J. J. Williams, quedarán inmortalizados los cinco
cipreses de Vilaflor de Chasna, que ya en ese entonces despuntaban por encima de la
iglesia.