Cerca de los pies del templo nos encontramos un
retablo en el que únicamente está colocada una imagen de un Nazareno, donde sobresale por el magnífico trabajo de sus manos que nerviosas y sumamente expresivas se aferran al madero, la mirada de
Cristo es fija y penetrante. En el parterre, se encuentran tres
cipreses centenarios, símbolo de
Campo Santo. En el Baptisterio están situadas unas
escaleras de madera que llevan al
coro, situado en la
puerta principal del templo, el cual fue mandado a construir en 1667 por el obispo Don Francisco Delgado Vargas, al carpintero Orotavense Sebastián Martín, donde se puede apreciar un
órgano.