El nombre le viene de una antigua masía situada en el margen derecho de la Riera de Sant Joan, llamada Can Lloreda.
A mitad del siglo XX empieza a formarse el
barrio en la parte alta, lo que se conoció como el barrio de la Balsa, llamado así porque la única
agua que llegaba era de una
mina que la bombeaba hasta una balsa que estaba detrás de donde hoy se encuentra la
parroquia del Roser, conocida popularmente como “
caño gordo”, allí otro motor la subía hasta la segunda balsa que estaba en la
calle Núria.