Situado en el extremo noreste de la comarca, tocando al Ripollès y la Cerdanya, en la vertiente sur de las
montañas de
la Molina y del Coll de la Creueta. Su extenso territorio es muy accidentado, con elevaciones tan importantes como la loma de Rus de 2.113 metros, el de la Pleta Roja de 2.031 metros, la
sierra de Moreu de 1.599 metros y la de Montderm de 1.530 metros. En su término municipal nace el
río Llobregat, este paraje, de una gran belleza, es muy visitado y todo el término está dentro del
Parque Natural del Cadí-Moixeró.
El núcleo urbano de Castellar de n’Hug se reúne entorno a la
iglesia de
Santa Maria, de origen
románico. Es un
pueblo con gran tipismo, lo cual ha provocado que surja una infraestructura turística que es una de las bases económicas del pueblo. Otros sectores económicos son la
ganadería, sobre todo bovina, y con menos importancia la
agricultura de secano, básicamente de patatas, cereales y forraje. Los señores de Mataplana, en el siglo XIII, favorecieron la población de este pueblo, que ha sabido mantener su característico estilo montañés, con
calles empedradas y
casas de
piedra, a lo largo del tiempo.