Un tema aparte es el nombre de la localidad, que tiene origen con la Reconquista cristiana. Tenemos testimonios del nombre utilizado para denominar a Castelldefels durante la época medieval, pero los nombres que aparecen en los diferentes documentos experimentaban mucha variabilidad dado que se trata de topónimos de transmisión oral que el eclesiástico o notario de turno trataba de reflejar en latín.