Hasta que uno no sienta la verdadera alegría de
Navidad, no existe. Todo lo demás es apariencia – muchos
adornos. Porque no son los adornos, no es la
nieve. No es el
árbol, ni la
chimenea. La Navidad es el calor que vuelve al corazón de las personas, la generosidad de compartirla con otros y la esperanza de seguir adelante.