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L'HOSPITALET DE LLOBREGAT: Quizás no lo has notado pero ellos rondan entre nosotros"...

Quizás no lo has notado pero ellos rondan entre nosotros" fue lo primero que me dijo aquella mujer en la posada. Me preocupó mucho el hecho de que una mujer de semejante reputación, una dama de la noche para suavizar el término, se preocupara por unos seres tan etéreos como los que me había descrito.

No le di importancia y seguí mi camino, por alguna razón un mensaje anónimo me había convocado a un lugar con el sobrenombre de Akkad, mas no se porque esconder el nombre de un almacén abandonado. Como el humano poco respetable que soy, pude imaginar más de 3 motivos de chantaje por los cuales me estarían llamando, pero que se puede hacer… es el precio de mi cargo por así decirlo.

Mas adelante en el camino algo se atravesó en el camino. No pude ver lo que era, más si pude ver como se retorcía por el retrovisor. Me bajé del auto a ver a que le había provocado tan fatídico destino, pero al acercarme vi que era un humano, una joven a la cual le calculaba unos 1718 años. Estaba vestida bastante conservadoramente para estos tiempos, pero por el olor que emanaba era evidente que estaba muy ebria. El frío habitual de cuando mi futuro como líder de la compañía en la que trabajaba, estaba en juego volvió a correr mi espalda, por lo que me al ver que no estaba muriendo la levante y la metí en el asiento trasero del auto. Mi estafador tendría que esperar, los cargos por un accidente así podrían ser graves dada mi reputación, mas aun que cualquier información que poseyera cualquier estafador común como los de este pueblo.

Me devolví hacia la parte habitada del pueblo, en busca de cualquier clínica, hospital o lo que fuera que este montarral pudiera ofrecerme para tratar a la desafortunada victima del alcohol, pero en ese momento mi estimado cobrador volvió a llamar. Me dijo que lo viera mas tarde del otro lado del pueblo, que tenia unos compromisos importantes que se le habían presentado, "espero sean policías maldito" fue lo primero que pensé pero el despertar de mi pasajera me hizo volver a la realidad.

" ¿Estas bien, puedes moverte o sientes algo?", debía saber la magnitud del daño. ¿Donde estoy?... ¿quien eres tu?... ellos sig* el chorro de bilis y sangre que vomitó destruyó la tapicería del auto. " ¿¡Niña estas bien? ¡Tienes que decirme que sientes para poder ayudarte!". No parecía reaccionar, pero no era a causa del alcohol, una cara así solo era producto de un trauma muy grande. " ¿ellos me siguen persiguiendo?" me dijo con un tono más lúcido, pero enseguida despertó del todo y un grito de dolor y terror fue todo lo que me dijo antes de que chocara con eso.

Era un ser solo venido de los pensamientos mas obscuros de una mente retorcida, parecía estar vivo a pesar de haberlo arrollado a 70km por hora, y de su espina partida brotaba una sustancia verde obscura que parecía disolver el capó del auto. Sin pensarlo pisé el acelerador y nos alejamos de eso mientras mi pasajera aun gritaba.

Cuando logré calmarla me contó que eso era un Nathresin, que no era la primera vez que se topaba con uno, pero era la 1ra vez que alguno de ellos la notaba a ella. Eran los seres de los que me hablaba la dama de compañía en la posada en la que descansaba. Un resultado fallido de traer a un muerto a la vida, cuya alma quedaba atrapada en las sombras y estaba destinada a vagar entre este plano existencial y los planos superiores aullando de dolor y sufrimiento. No podían morir pero el vivir les producía una enorme agonía. Ellos no notaban a los seres de este plano a excepción de muy raros casos en los que podían atravesar el velo de las sombras que separan a la tierra del cielo y el infierno.

" ¿Si es el resultado de tratar de revivir a alguien, significa que en este pueblo enfermizo tratan de revivir a los muertos?" le dije, pero ella me dijo que hay personas que lo hacen, mas no viven en el pueblo. Que en la fiesta uno de ellos se presentó y los demás lo sacaron a patadas, pero antes de poder irse de la casa de su amigo los Nathresins aparecieron... ellos siempre rondan a sus creadores, nadie sabe por que.

Llegamos al un pequeño hospital, donde nos detuvimos. Pero al volverme hacia ella ya no estaba. Un escalofrío me recorrió la espalda al darme cuenta que me agarraban por el cuello. Un ser horrible, con ojos deformes e inyectados de sangre, músculos y huesos que rompían su propia piel, y un olor a putrefacción solo equiparable con el asco que producía el ácido que salía de su boca me estaba clavando sus garras en el cuello. Así fue como morí, mas el destino me tenía preparado otro fatídico destino, uno infinitamente más terrible. El estafador vino a mi cuerpo desprovisto de vida y lo sepultó mientras me relataba como el sufrimiento de los seres que creaba llenaba su negro corazón de un sádico goce, y cómo sus planes para mí y para mis conocidos comenzaban a desarrollarse

Meses mas tarde mi esposa fue convocada por el mismo estafador al pueblo, donde fue convencida de tratar de revivirme, acción que solo derivo en mi resurgimiento como una de las bestias horribles que pueblan los bosques de este pueblo, destinado a vagar por todo la eternidad para acallar mi sufrimiento... mi ira..., pero creo que tu puedes ser el receptor de toda mi furia así que te conviene correr