HISTORIA. Ya vimos en el artículo Ausa las razones por medio de las que se reduce a esta pobl. la antiquísima c. denominaste de los célebres pueblos ausetanos, y cuáles son las noticias históricas que se conservan de su antigüedad; orillando las puerilidades de aquellos que hablan de los príncipes africanos o cartagineses reinantes en ella. Los godos la elevaron al honor de sede pontificia, y sus prelados figuran en los fastos ecl. con el título de Ausonenses: el nombre Ausa recibió en la edad media la sílaba epéntica na. Fue completamente destruida por los sarracenos en 713, con motivo de la resistencia que les opuso. Cuéntase entre las restauraciones de Luis el Bondadoso, como hecha por el conde Borrel; pero cayó de nuevo en poder de musulmanes, siendo otra vez destruida. En 880 la repobló el conde de Barcelona Wifredo, apellidado el Belloso; y en esta época se cree haber tomado el dictado de Vicus, de donde se originaron los nombres modernos de Vique, según se decía, y Vich como se pronuncia últimamente. Restaurada por Wifredo volvió a su ant. honor de sede episcopal, siendo su primer pastor Godmaro consagrado en 886. Los prelados de Vich poseyeron su sen. por privilegio obtenido en 888. En principios del siglo X asoma con el dictado de villa, y con el de ciudad afines del siglo XIII. Su igl. tuvo el derecho de acuñar moneda. El sen se dividió entre la casa de Moneada, que tenía la parte superior de la c. con su palacio en ella, y el ob. é igl. que conservaron la inferior; lo cual provino, según se asegura, de haberse desprendido de aquella parte a principios del siglo XI el ob. Arnulfo, cediéndola, con reserva de feudo, a su hermano Mirón, quien la trasmitiría a la familia de Dapifer, y de esta pasaría a la de Moncada, a principios del siglo XII en que por un casamiento se unieron las dos estirpes. Los disturbios que ocasionó esta división obligaron al ob. D. Berenguer Casaguardia á poner la parte de su jurisd. en manos de un señor, que al mismo tiempo protegiese la igl.; y así por medio de una permuta la cedió, con el derecho do acuñar moneda, al rey D. Jaime II en 22 de septiembre de 1345; haciendo sin embargo algunas reservas. También la parte que poseyeron los Moncadas paró en la corona, que la compró en marzo de 1450, hallándose en poder del conde de Fox. En 1600 tenía ya Vich su importante Universidad literaria. No cabe circunstanciar la suerte que cupo a esta c. en los diferentes guerras que afligieron el principado hasta la sucesión, seguida a la muerte de Carlos II, en cuya desastrosa guerra se distinguió notablemente por la causa del archiduque, la cual se hizo la de Cataluña. En 23 de enero de 1710 estuvo en ella el archiduque y fue muy festejado por los hab. Después, con el triunfo de Felipe, sufrió la opresión común al Principado.