.... más historia de Bielva
CUSTODIA DE BIELVA
La pieza del mes Agosto 2010
Museo Diocesano Regina Coeli. Santillana del Mar
La iglesia de Santa María de Bielva (Herrerías) es un edificio de origen gótico, que sufrió importantes reformas en época barroca. En su interior se encontraba una magnífica custodia, que actualmente se halla en el Museo Diocesano Regina Coeli de Santillana del Mar.
Se trata de una pieza donada por un oriundo del lugar emigrado a Indias, siguiendo la costumbre de los indianos, quienes no sólo remitieron dinero para la construcción o reforma de los edificios religiosos y de las casas familiares de sus solares natales, sino que, a menudo, también enviaron obras de arte mueble entre las que sobresalen las piezas de plata labrada.
Desde el siglo XVI se organizó un sistema de flotas para transportar la plata americana a nuestro país. A pesar de que en ocasiones la plata labrada y el resto de mercancías enviadas desde el Nuevo Continente viajaban con el donante o con un representante del mismo, muchas veces se facturaban con un mercader o cargador. Hasta el siglo XVIII, en que se abrió el comercio de los puertos del Cantábrico con América, estas piezas llegaban a Sevilla, desde donde se transportaban por el interior a sus destinatarios.
Aunque desde el Nuevo Mundo llegaron todo tipo de obras confeccionadas con plata, las más habituales fueron cálices y juegos de altar completos. También abundan las custodias, protagonistas de la fiesta del Corpus Christi, una de las festividades más importantes de España. Esto las convertía en piezas de gran relevancia que al tiempo que perpetuaban la memoria del donante lo vinculaban con una de las fiestas más insignes del calendario litúrgico.
La custodia de Bielva está realizada en plata sobredorada con incrustaciones de esmaltes. Se caracteriza por una abigarrada y abundante decoración a base de esmaltes coloreados de azules, verdes y beiges, todos ellos de forma geométrica, situados en el sol, astil, nudo y pie. Posee grandes molduras salientes y sobrepuestos de cabezas de ángeles esmaltadas. El elemento más sobresaliente es su magnífico sol.
A pesar de que carece de marcas, se han vinculado con algún taller de platería peruano, posiblemente del Alto Perú, como los de Cuzco, Arequipa o La Paz. Esa carencia de marcas fue habitual en la platería del Perú virreinal, donde las custodias con esmaltes, como esta que nos ocupa, constituyeron sus creaciones más originales. Fueron realizadas a partir de las custodias de sol clasicistas, añadiéndoles numerosos esmaltes sobrepuestos, pie cuadrangular o cruciforme y un astil de múltiples molduras superpuestas.
Las características formales de la custodia de Bielva la aproximan a otra importante obra de platería cántabra: la custodia de la catedral de Santander, obra de finales del siglo XVII atribuida al platero de Cuzco Luis de Lezana “el menor”, activo hacia 1690. Partiendo de dichas semejanzas se ha considerado la posibilidad de que este mismo artista fuera el responsable de la ejecución de la custodia de Bielva.
En los inventarios de alhajas que se conservan en el Archivo Diocesano de Santander se da cuenta de que en 1728 Francisco Rubín de Celis y Rábago, oriundo de Bielva residente en Indias, donó diversas alhajas al templo de su localidad natal. Dos años más tarde, Domingo Pérez Inclán envió varios objetos de plata para el culto de la iglesia de Bielva a través de Diego Martínez de la Vega, vecino de Camijanes. Entre ellos se encontraba una custodia grande de plata dorada con diferentes dibujos.
Algunos historiadores opinan que el posible donante de la custodia de Bielva pudo ser Francisco Rubín de Celis y Rábago por su condición de indiano. Sin embargo, en estudios más recientes se ha afirmado que quien envió esta pieza fue Domingo Pérez Inclán, caballero de Calatrava. Domingo Pérez nació en Bielva en 1671, de donde partió para Indias. Allí fue comisionado en 1719 para acompañar al virrey y arzobispo Diego Morcillo en su entrada en la ciudad de Cuzco. Dos años más tarde fue nombrado alcalde ordinario de este lugar, corregidor y teniente de capitán general de la Provincia de Chumbibilcas y Corregidor de Carabaya, en Perú. En 1730 regresó a España, ingresando en el consulado de Cádiz. Fue entonces cuando debió traer consigo la custodia que remitió a su Bielva natal.
La presencia de Domingo Pérez Inclán en Cuzco avalaría la hipótesis de que la custodia que donó fuera realizada en este lugar, si bien Luis de Lezana “el menor” (artista al que se atribuye la autoría de esta pieza) debió fallecer hacia 1713. Por tanto, de haber sido él el autor de la custodia ésta habría sido hecha varios años antes de que tuviera lugar su donación.
Al margen de quién fuera el donante de la custodia de Bielva, es indiscutible que se trata de una de las mejores piezas de orfebrería barroca que se conservan en nuestra región, testimonio de la relevancia que tuvieron los indianos para el enriquecimiento del patrimonio histórico-artístico de Cantabria.
BIBLIOGRAFÍA
ARAMBURU-ZABALA, M. A. y SOLDEVILLA ORIA, C.: Arquitectura de los indianos en Cantabria. Siglos XVI-XIX. T. I. Santander, 2007.
BARRÓN GARCÍA, A. A.: “Ornamentos artísticos y donaciones indianas en el norte cantábrico”. En
SAZATORNIL RUIZ, L. (ed.): Arte y mecenazgo indiano. Del Cantábrico al Caribe. Santander, 2007, pp. 349-410.
CARRETERO REBÉS, S.: Platería religiosa del Barroco en Cantabria. Santander, 1987.
Polo Sánchez, J. J. (dir.); Mazarrasa Mowinckel, K.; Cofiño Fernández, I. y Escudero Sánchez,
M. e.: El valle del Nansa. Arte y Arquitectura. Fundación Marcelino Botín. Santander, 2009.
FICHA TÉCNICA
Universidad de Cantabria
VICERRECTORADO DE DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO Y PARTICIPACIÓN SOCIAL:
Consolación Arranz de Andrés
DIRECTOR DEL AULA DE PATRIMONIO: José Luis Pérez Sánchez
Autora del texto y coordinadora del proyecto ‘LA PIEZA DEL MES’:
Isabel Cofiño Fernández, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Cantabria
‘LA PIEZA DEL MES’ es un proyecto de divulgación del Patrimonio Cultural de Cantabria promovido por el Aula de Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria.
Se plantea como objetivo, una vez al mes (en concreto el primer viernes), acercar a la sociedad de una manera divulgativa y comprensible un objeto mueble o un elemento singular del legado artístico con que cuenta esta región. De este modo, se trata de poner en valor una obra de arte gracias a la repercusión de esta iniciativa en los medios de comunicación y a su divulgación a través de Internet.
CUSTODIA DE BIELVA
La pieza del mes Agosto 2010
Museo Diocesano Regina Coeli. Santillana del Mar
La iglesia de Santa María de Bielva (Herrerías) es un edificio de origen gótico, que sufrió importantes reformas en época barroca. En su interior se encontraba una magnífica custodia, que actualmente se halla en el Museo Diocesano Regina Coeli de Santillana del Mar.
Se trata de una pieza donada por un oriundo del lugar emigrado a Indias, siguiendo la costumbre de los indianos, quienes no sólo remitieron dinero para la construcción o reforma de los edificios religiosos y de las casas familiares de sus solares natales, sino que, a menudo, también enviaron obras de arte mueble entre las que sobresalen las piezas de plata labrada.
Desde el siglo XVI se organizó un sistema de flotas para transportar la plata americana a nuestro país. A pesar de que en ocasiones la plata labrada y el resto de mercancías enviadas desde el Nuevo Continente viajaban con el donante o con un representante del mismo, muchas veces se facturaban con un mercader o cargador. Hasta el siglo XVIII, en que se abrió el comercio de los puertos del Cantábrico con América, estas piezas llegaban a Sevilla, desde donde se transportaban por el interior a sus destinatarios.
Aunque desde el Nuevo Mundo llegaron todo tipo de obras confeccionadas con plata, las más habituales fueron cálices y juegos de altar completos. También abundan las custodias, protagonistas de la fiesta del Corpus Christi, una de las festividades más importantes de España. Esto las convertía en piezas de gran relevancia que al tiempo que perpetuaban la memoria del donante lo vinculaban con una de las fiestas más insignes del calendario litúrgico.
La custodia de Bielva está realizada en plata sobredorada con incrustaciones de esmaltes. Se caracteriza por una abigarrada y abundante decoración a base de esmaltes coloreados de azules, verdes y beiges, todos ellos de forma geométrica, situados en el sol, astil, nudo y pie. Posee grandes molduras salientes y sobrepuestos de cabezas de ángeles esmaltadas. El elemento más sobresaliente es su magnífico sol.
A pesar de que carece de marcas, se han vinculado con algún taller de platería peruano, posiblemente del Alto Perú, como los de Cuzco, Arequipa o La Paz. Esa carencia de marcas fue habitual en la platería del Perú virreinal, donde las custodias con esmaltes, como esta que nos ocupa, constituyeron sus creaciones más originales. Fueron realizadas a partir de las custodias de sol clasicistas, añadiéndoles numerosos esmaltes sobrepuestos, pie cuadrangular o cruciforme y un astil de múltiples molduras superpuestas.
Las características formales de la custodia de Bielva la aproximan a otra importante obra de platería cántabra: la custodia de la catedral de Santander, obra de finales del siglo XVII atribuida al platero de Cuzco Luis de Lezana “el menor”, activo hacia 1690. Partiendo de dichas semejanzas se ha considerado la posibilidad de que este mismo artista fuera el responsable de la ejecución de la custodia de Bielva.
En los inventarios de alhajas que se conservan en el Archivo Diocesano de Santander se da cuenta de que en 1728 Francisco Rubín de Celis y Rábago, oriundo de Bielva residente en Indias, donó diversas alhajas al templo de su localidad natal. Dos años más tarde, Domingo Pérez Inclán envió varios objetos de plata para el culto de la iglesia de Bielva a través de Diego Martínez de la Vega, vecino de Camijanes. Entre ellos se encontraba una custodia grande de plata dorada con diferentes dibujos.
Algunos historiadores opinan que el posible donante de la custodia de Bielva pudo ser Francisco Rubín de Celis y Rábago por su condición de indiano. Sin embargo, en estudios más recientes se ha afirmado que quien envió esta pieza fue Domingo Pérez Inclán, caballero de Calatrava. Domingo Pérez nació en Bielva en 1671, de donde partió para Indias. Allí fue comisionado en 1719 para acompañar al virrey y arzobispo Diego Morcillo en su entrada en la ciudad de Cuzco. Dos años más tarde fue nombrado alcalde ordinario de este lugar, corregidor y teniente de capitán general de la Provincia de Chumbibilcas y Corregidor de Carabaya, en Perú. En 1730 regresó a España, ingresando en el consulado de Cádiz. Fue entonces cuando debió traer consigo la custodia que remitió a su Bielva natal.
La presencia de Domingo Pérez Inclán en Cuzco avalaría la hipótesis de que la custodia que donó fuera realizada en este lugar, si bien Luis de Lezana “el menor” (artista al que se atribuye la autoría de esta pieza) debió fallecer hacia 1713. Por tanto, de haber sido él el autor de la custodia ésta habría sido hecha varios años antes de que tuviera lugar su donación.
Al margen de quién fuera el donante de la custodia de Bielva, es indiscutible que se trata de una de las mejores piezas de orfebrería barroca que se conservan en nuestra región, testimonio de la relevancia que tuvieron los indianos para el enriquecimiento del patrimonio histórico-artístico de Cantabria.
BIBLIOGRAFÍA
ARAMBURU-ZABALA, M. A. y SOLDEVILLA ORIA, C.: Arquitectura de los indianos en Cantabria. Siglos XVI-XIX. T. I. Santander, 2007.
BARRÓN GARCÍA, A. A.: “Ornamentos artísticos y donaciones indianas en el norte cantábrico”. En
SAZATORNIL RUIZ, L. (ed.): Arte y mecenazgo indiano. Del Cantábrico al Caribe. Santander, 2007, pp. 349-410.
CARRETERO REBÉS, S.: Platería religiosa del Barroco en Cantabria. Santander, 1987.
Polo Sánchez, J. J. (dir.); Mazarrasa Mowinckel, K.; Cofiño Fernández, I. y Escudero Sánchez,
M. e.: El valle del Nansa. Arte y Arquitectura. Fundación Marcelino Botín. Santander, 2009.
FICHA TÉCNICA
Universidad de Cantabria
VICERRECTORADO DE DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO Y PARTICIPACIÓN SOCIAL:
Consolación Arranz de Andrés
DIRECTOR DEL AULA DE PATRIMONIO: José Luis Pérez Sánchez
Autora del texto y coordinadora del proyecto ‘LA PIEZA DEL MES’:
Isabel Cofiño Fernández, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Cantabria
‘LA PIEZA DEL MES’ es un proyecto de divulgación del Patrimonio Cultural de Cantabria promovido por el Aula de Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria.
Se plantea como objetivo, una vez al mes (en concreto el primer viernes), acercar a la sociedad de una manera divulgativa y comprensible un objeto mueble o un elemento singular del legado artístico con que cuenta esta región. De este modo, se trata de poner en valor una obra de arte gracias a la repercusión de esta iniciativa en los medios de comunicación y a su divulgación a través de Internet.