Mi tío UCU, José Álvarez Caso
Este es mi tío UCU, hermano de mi madre Concepción Álvarez Caso, y aunque emigrase desde joven a Madrid, siempre recordaba con cariño a su pueblo Bielva y procuraba cada verano dar una vuelta por Bielva.
A él yo le tengo un gran cariño y aunque no está desde hace años con nosotros, permanece vivo en mi recuerdo. Tuve la fortuna de conocerle con detalle y para mí es el tío con el que más llegue a empatizar a pesar de ser de generaciones diferentes, podías hablar con él con total naturalidad. Aquí en Madrid es la única familia que tengo y él me trataba como uno más de sus cuatro hijos. Siempre que festejaba algún acontecimiento personal, como santo, cumple, etc. contaba conmigo como si fuera uno más de los suyos y éste calor familiar estando lejos del pueblo se agradece y no se olvida nunca por años que pasen. Por descontado que las Navidades las pasaba con ellos y recuerdo que mi tía Emilita, su esposa, tenía una mano para la cocina extraordinaria. También a ella la recuerdo con mucho cariño por su ternura. En mi época joven cuando aterrice por Madrid estuve varios años en pensiones (no había pasta para piso) e iba los sábados a comer a su casa y nos echábamos una sobremesa en compañía de alguna copichuela que eran una delicia con la tertulia que nos traíamos, siempre llegaba tarde en la cita con mi novia. Gracias a él y a su familia mis años jóvenes por Madrid fueron más amables. Por parte de mi madre eran cinco hermanos, Mauricio (el Indiano de Ceuta), Indalecio, también en Ceuta, José en Madrid y en Bielva quedaron Teresa y mi madre Concha.
Cuando ya me echaron del colegio de huérfanos de Suances a los 14 años, porque no podía estar más tiempo, me puse a trabajar de cobrador en Autobuses Verdeja, que ya he comentado en otro correo, donde estuve seis meses, porque al cabo de éstos seis meses paso por Bielva Indalecio que venía en viaje novios desde Ceuta y me ofreció llevarme a Ceuta para trabajar con ellos que tenía una tienda de Ultramarinos y así pudiera aprender un oficio de provecho……… dure un año con ellos, o sea con Indalecio y Mauricio, porque allí cuando se cansaba Indalecio de mí, me rebotaba a Mauricio (que tenía otra tienda de Ultramarinos) y cuando Mauricio se cansaba de mí, me volvía a rebotar a Indalecio. La experiencia con los tíos de Ceuta no fue nada buena y al año ya cansados de mí y yo de ellos, me echaron para Bielva, como desecho y con la premisa que no llegaría a ser un hombre de provecho en mi vida, afortunadamente erraron en su pronóstico, porque al margen de la familia me ha ido estupendamente, no sin esfuerzo, y ello es lo que me ha conducido de carroza a estar aquí con vosotros dándole a las últimas tecnologías. Ya sabéis las experiencias familiares a veces son las peores y yo tengo la cara y la cruz. Con el tío José de Madrid una gozada y con los de Ceuta un infierno, pero así es la vida y no guardo rencor para nadie. Pues nada éste es mi recuerdo de hoy que trasteando en las fotos me he tropezado con ésta que guardo con tanto cariño. Se nota que estoy de vacaciones, porque cuando me toca trabajo, ahora con la crisis no hay tiempo para esto, ya que hay que poner horas y viajes para intentar paliar la crisis en lo posible, de ahí mis apariciones más esporádicas.
Este es mi tío UCU, hermano de mi madre Concepción Álvarez Caso, y aunque emigrase desde joven a Madrid, siempre recordaba con cariño a su pueblo Bielva y procuraba cada verano dar una vuelta por Bielva.
A él yo le tengo un gran cariño y aunque no está desde hace años con nosotros, permanece vivo en mi recuerdo. Tuve la fortuna de conocerle con detalle y para mí es el tío con el que más llegue a empatizar a pesar de ser de generaciones diferentes, podías hablar con él con total naturalidad. Aquí en Madrid es la única familia que tengo y él me trataba como uno más de sus cuatro hijos. Siempre que festejaba algún acontecimiento personal, como santo, cumple, etc. contaba conmigo como si fuera uno más de los suyos y éste calor familiar estando lejos del pueblo se agradece y no se olvida nunca por años que pasen. Por descontado que las Navidades las pasaba con ellos y recuerdo que mi tía Emilita, su esposa, tenía una mano para la cocina extraordinaria. También a ella la recuerdo con mucho cariño por su ternura. En mi época joven cuando aterrice por Madrid estuve varios años en pensiones (no había pasta para piso) e iba los sábados a comer a su casa y nos echábamos una sobremesa en compañía de alguna copichuela que eran una delicia con la tertulia que nos traíamos, siempre llegaba tarde en la cita con mi novia. Gracias a él y a su familia mis años jóvenes por Madrid fueron más amables. Por parte de mi madre eran cinco hermanos, Mauricio (el Indiano de Ceuta), Indalecio, también en Ceuta, José en Madrid y en Bielva quedaron Teresa y mi madre Concha.
Cuando ya me echaron del colegio de huérfanos de Suances a los 14 años, porque no podía estar más tiempo, me puse a trabajar de cobrador en Autobuses Verdeja, que ya he comentado en otro correo, donde estuve seis meses, porque al cabo de éstos seis meses paso por Bielva Indalecio que venía en viaje novios desde Ceuta y me ofreció llevarme a Ceuta para trabajar con ellos que tenía una tienda de Ultramarinos y así pudiera aprender un oficio de provecho……… dure un año con ellos, o sea con Indalecio y Mauricio, porque allí cuando se cansaba Indalecio de mí, me rebotaba a Mauricio (que tenía otra tienda de Ultramarinos) y cuando Mauricio se cansaba de mí, me volvía a rebotar a Indalecio. La experiencia con los tíos de Ceuta no fue nada buena y al año ya cansados de mí y yo de ellos, me echaron para Bielva, como desecho y con la premisa que no llegaría a ser un hombre de provecho en mi vida, afortunadamente erraron en su pronóstico, porque al margen de la familia me ha ido estupendamente, no sin esfuerzo, y ello es lo que me ha conducido de carroza a estar aquí con vosotros dándole a las últimas tecnologías. Ya sabéis las experiencias familiares a veces son las peores y yo tengo la cara y la cruz. Con el tío José de Madrid una gozada y con los de Ceuta un infierno, pero así es la vida y no guardo rencor para nadie. Pues nada éste es mi recuerdo de hoy que trasteando en las fotos me he tropezado con ésta que guardo con tanto cariño. Se nota que estoy de vacaciones, porque cuando me toca trabajo, ahora con la crisis no hay tiempo para esto, ya que hay que poner horas y viajes para intentar paliar la crisis en lo posible, de ahí mis apariciones más esporádicas.