Solemne, espiritual, discreta por fuera y rica por dentro, envuelta en aires sagrados con vistas tan románticas al
río Fluvià y a los ocho
arcos del
Puente Viejo. Así se compone el DNI de la sinagoga
medieval de
Besalú, la primera de su período en ser localizada en
Cataluña y de la que se tiene certezas arqueológicas bien documentadas. Antiguo cordón umbilical de la
judería, la estampa que compone es digna de mención: apostada en una explanada de robles, hayas y encinas, enmarcada por el curso del río, con el cuerpo, hecho de
piedras de caliza, tocado por la luz ámbar del sol. La memoria y la esencia de la aljama acompaña en todo momento al recorrer la sala de oraciones, el
patio y la mickvé (baños rituales). Amurallada dentro del
barrio judío, data del s. XIII, y supone toda una plegaria sefardí.