Los
romanos crearon una
torre cuadrada hacia el siglo III, que enlazaba con el resto de
murallas romanas de Girona. Hacia 1000, los condes enderezan las murallas, y aquí se hizo cilíndrica. El conde Ramón Borrell podría haberla encomendado al señor de
Cabrera, que dejó a Guifred Vidal como primer casteller. El 1250 se llama
castillo de Recasens. En 1362 el castillo resto incluido dentro de la ciudad para ensancharse las murallas. Se usará, de vez en cuando, como prisión. Actualmente pertenece al
Convento de las Esclavas. Es una torre cilíndrica de origen
románico y con sillares reaprovechados de origen
romano. Encima la
calle se ve
ventana de punto redondo con dovelas bicolores. Está unida a un lienzo de muro con
puerta abierta posteriormente. Este lienzo es la continuación de la
muralla de la misma época que la torre.