Una ciudad que conocí al perderme queriendo llegar al
Castillo Pubol.
Hermosa ciudad como salida de un cuento y a la que sueño con volver...
Allí tomé el te más rico del mundo gracias a que la hospitalidad de La Cau de Papibou abrió sus
puertas solo para mi y dos
amigos un martes de octubre.
Algún día "ei de volver".
Argentina y
Peratallada solo están lejos geográficamente, no en el corazón...
Violdaliniana@hotmail.com.