Los orígenes de
Playa de Aro se remontan al siglo IX, aunque ya en el cambio de era existia una villa
romana con importantes
termas llamada Palol. En el siglo IX se repobló la
montaña cercana por el peligro contínuo de la piratería. Durante el siglo XVI, la población asentó otro nucleo más cercano a la costa al ir atenuándose el peligro de los ataques marítimos. Ya desaparecido este peligro, durante el siglo XVIII se empieza a habitar la primera linea de
mar cuyo proceso se incrementa durante la primera mitad del siglo XX, has ta que durante la década de los años 50 el boom turístico internacional convierten la población en uno de los núcleos turísticos más importantes y cosmopolitas de la Brava, gracias a su extensa playa (2 km) como a sus pequeñas calas adyacentes.