Soy un descendiente de agramoneros que vivo en palma y me encanta agramon, por su belleza natural y ese toque especial que tiene este pueblo. Pero la ultima vez que estuve este verano pude ver que ese encanto puede desaparecer si se continuan construyendo makrourbanizaciones como la que se esta haciendo en la carretera de las minas es una pena que se destrocen parajes tan bonitos esto me huele a cuerno quemado.