El catedrático de Biología y Geología, Jesualdo Guerrero González, ha esbozado la historia de Alcadozo, tras la recopilación de datos y documentación que hacen referencia al municipio. De esta forma, señala que los primeros pobladores de la comarca y municipio de Alcadozo, fueron hombres del Paleolítico que habitaron en las cuevas y abrigos naturales hace unos 30 ó 40 mil años antes de Cristo. Afirma además, que tras la población ibérica que habitó el lugar se emplazó una población romana, tal y como indica un aljibe, (ibérico o romano), gran cantidad de ladrillos y cerámica romanas (sobre todo trozos de tejas y de ánforas). Esto, unido a que la Herrería figura en dicho Museo como un lugar donde se han hallado monedas romanas, determina claramente que los romanos ocuparon y poblaron estas tierras (siglos I antes de Cristo al IV después de Cristo). Además esta zona quedaría entre dos calzadas romanas y no sería difícil la comunicación entre ellas. ( La calzada de Hércules que iría desde Extremadura a Levante pasando por Chinchilla, y la calzada que desde Ríopar o Alcaraz iría a Hellín y tierras levantinas, pasando por Elche de la Sierra y quizá Liétor). Guerrero González opina que es lógico pensar que una ciudad situada en la Cañada, en un sitio prácticamente llano y desprotegido, sería vulnerable tanto al ataque de sus enemigos, como a las avenidas de la propia rambla o Cañada, y que sus habitantes se trasladarían a las laderas de los cerros circundantes. Así pudieron surgir los asentamientos de Casablanca y Alcadozo. Es probable que Alcadozo, de existir ya, pasara a ser después una aldea visigoda. Por otro lado, está demostrado que con la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica en el año 711 después de Cristo, todas estas tierras (Alcaraz, Bogarra, Paterna, Peñas de san Pedro, Chinchilla, Tobarra, Hellín, etc.) en dos o tres años fueron conquistadas, y ya por el año 713 o 714 se incorporaban al recién creado reino árabe de Murcia (llamado la cora de Tudmir). La crónica de Al-Udri, (siglo XI), así lo narra. Los árabes dieron nombre a Alcadozo. Seguramente Alcadozo o Alcahozo (término con el que también aparece en los textos históricos), deriva de la palabra árabe Alcaduz que significa vaso, jarro o caño de agua. Los árabes dominaron estas tierras durante varios siglos y pocas noticias y retos arqueológicos tenemos de su paso por Alcadozo. Si acaso, además de lo citado, cabe señalar que algunas casas antiguas tienen cimentación de cal y guijarros que es seguramente árabe. En 1212 Alfonso VIII derrota a los árabes en las Navas de Tolosa y un año después... a fines del mes de mayo, víspera de la Ascensión de 1213, conquista Alcaraz y extiende en dos o tres años, los dominios de este Concejo cristiano hasta estas aldeas (Ayna, Bogarra, Paterna, Peñas de San Pedro, Alcadozo, Pozohondo, Pozuelo, etc.). En el siglo XV Alcadozo fue dominado por los Pachecos y después, gracias a la intervención del Adelantado de Murcia, Pedro Fajardo, volvió a la jurisdicción de Alcaraz. Alcadozo y sus actuales aldeas, aunque con algunas pequeñas interrupciones, pertenecen al Concejo de Alcaraz durante más de tres siglos. En 1537 el rey Carlos I, en carta fechada en Valladolid el día 24 de marzo, concede a Peñas de San Pedro el privilegio de villazgo y su separación definitiva de Alcaraz, y lo hace llevándose unas cincuenta aldeas, entre ellas Alcadozo o Alcahozo, que queda así vinculado a este nuevo municipio de Peñas de San Pedro otros trescientos años. Creada la provincia de Albacete en 1833, son muchas las aldeas que piden la segregación de sus villas matrices, y así el 12 de febrero de 1847 la reina Isabel II concede, por Real Orden publicada en el Boletín Oficial de la Provincia el día 22-2-1847, la creación del municipio de Alcadozo formado por las aldeas de Alcadozo, Casasola, Fontanar y Herrería, y con capitalidad en Alcadozo. (Después se unirían las restantes aldeas).