Aunque es conocido como
Puente Romano, no pertenece a aquella época. Es de algún tiempo después.
Era el paso obligado del
Camino Real de Castilla a Levante. Durante los siglos XIV y XV cobró gran importancia al convertirse en
puerto seco o aduana.
Fue restaurado por la
Escuela Taller 1 en 1990.
Alcalá del Júcar es uno de los
pueblos más bonitos de
España. Si lo visitas, lo comprobarás.
Sus
casas se adaptan al terreno en
calles estrechas y empinadas, trepando hacia el
Castillo que se asoma a la hoz que forma a sus pies el
río. Su situación y el excepcional
paisaje que forman la hoz del Júcar, hacen que en cuanto aparece ante nuestros ojos, sintamos la necesidad de detener la marcha para poderlo contemplar en toda su grandiosidad.
La peculiar situación del
pueblo permite que la mayoría de las casas estén excavadas en la propia
montaña, con
cuevas de tal longitud que llegan hasta el extremo de la peña sobre la que se asienta Alcalá del Júcar. Tres de estas cuevas se pueden visitar.
Su población se encuentra dividida en 6 núcleos: Además de Alcalá del Júcar, pertenecen al municipio las pedanías de
Casas del Cerro,
Las Eras,
La Gila,
Tolosa y
Zulema.
-Está Declarado como conjunto Histórico-
Artístico desde 1982.
-En 1986 le fue concedido el tercer
premio, después de la
Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística.
-El 30 de mayo de 1998, en Villanueva de los Infantes, recibió de la Junta de Comunidades de
Castilla La Mancha, el “Premio de Turismo 1998”, por su labor en la promoción y desarrollo turístico.
Alcalá del Júcar se encuentra situado en el noroeste de la provincia de
Albacete, englobado dentro de la comarca de La Manchuela.
Su economía se basa principalmente en la
agricultura y, especialmente en el turismo, la mayor
fuente de ingresos del municipio.