Antiguamente estaba adosada al desaparecido convento de Santo Domingo. Este convento fue clausurado durante el Trienio Liberal (1820-1823). Los frailes que en él habitaban fueron destinados al Convento de Nuestra Señora del Rosario de Almagro por la Real Orden con fecha 15 de mayo de 1821, suprimido definitivamente por los decretos de exclaustración de 1835. A partir del II milenio a. de c., con el inicio de la Edad del Bronce, se incrementa el índice de asentamientos en poblados fortificados de altura, quedando restos de algunos de ellos, como siempre alrededor de la zona de Los Batanes, y en este caso en la “morra”, existente en la “Piedra de la Molata”, desde la cuál se controlaba uno de los pasos naturales de la meseta hacia el levante español.