Entre el numeroso patrimonio de
Alcaraz destaca este magnífico
arco que, desde hace unos años, se le atribuye a Andrés Vandelvira.
Como es sabido el arquitecto comienza a trabajar en el estilo plateresco en la sacristía del
Monasterio de Uclés que ya vimos aquí formando parte del equipo de trabajo de Francisco de Luna, que luego sería su suegro. La obra se incluye dentro de esta tendencia por su profusión decorativa que llena todo el espacio de putti, candelieri, grutescos..., y elementos arquitectónicos característicos con el fuste decorado,
columnas abalaustradas... Sin embargo hay algo nuevo que ya nos está anunciando su futuro estilo.
La molduración, gruesa y limpia, del entablamento y arco (y su apoyo en columnas más gruesas que incluyen las propias
hornacinas como un embrión de la futura preponderancia de lo arquitectónico), y su idea de arco triunfal que se antepone al muro sobrio (especialmente en su
escudo superior, ya de tiempos de Carlos V) nos hablan de una nueva forma de entender el Renacimiento italiano y sus contenidos ideológicos.