Terminada la guerra, Alcaraz recupera casi todas las poblaciones que habían sido dadas al Marqués de Villena, no recuperándose las dadas a Pedro Manrique por haber luchado en el mismo bando. Los Reyes Católicos le conceden el título de Leal y Noble, visitando la Reina Isabel la ciudad en 1.495. En el siglo XVI la ciudad llega a su máximo apogeo y esplendor en artes y letras, siendo sus representantes cumbres el Bachiller Sabuco y Andrés de Vandelvira. Entre los siglos XVI y XIX, los distintos pueblos que formaban el antiguo alfoz de Alcaraz se fueron independizando, hasta que a raíz de la creación de la provincia de Albacete en 1833, se formaron los diferentes municipios que tenemos ahora en la comarca de Alcaraz. La importancia medieval de la ciudad justifica sobradamente la leyenda que hay en su escudo: “ Cabeza de Extremadura y Llave de toda España”.