Fachada blasonada, esta vez la de la
casa de los Guerreros, de estilo renacentista, al igual que la anteriormente citada. Otra maravilla para la vista. Continuamos el trayecto por la espectacular
calle Mayor, contemplando las primeras
casas porticadas y cómo los
adornos florales comenzaban a emerger. Dejamos atrás el antiguo
convento de la Orden Hospitalaria de
San Juan de Dios.