El
camino de acceso al
castillo es suave en sus inicios y se desarrolla siguiendo las curvas de nivel.
Pero en los últimos tramos y ya en su interior, las pendientes son tan pronunciadas, que solo es posible acceder al
patio de armas ya sea a pie o a
caballo.
Igual ocurre para acceder a la liza por el acceso norte, debiendo subir las mercancías a lomo de mulas o burros.