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Es el símbolo indiscutible de la ciudad. Está encaramado sobre el cerro del águila, un escarpado peñascal de roca caliza que lo hacía casi inexpugnable. Se remonta al periodo Almohade y se observa alguno de los antiguos muros de esta época. En la época árabe Almansa perteneció al reino de Murcia y fue reconquistado por los cristianos en el reinado de Fernando III. En el siglo XIV el castillo-fortaleza pasó a manos del infante Don Juan Manuel y lo mandó reconstruir sobre la fortificación musulmana. En el siglo XV Juan Pacheco (2º marqués de Villena) realizó muchas reformas, como la construcción de la torre del homenaje (torre central de mayor altura), las barbacanas de acceso y las troneras para las armas de fuego. A partir del siglo XVI el castillo entra en un periodo de abandono hasta que en 1919 se opta por la demolición por su estado ruinoso, pero no fue así y en 1921 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. En 1952 fue profundamente restaurado en su periferia y en 1990 se colocaron 10 vigas contrafuertes para evitar el desplome del cerro.
Desde la plaza de Santa María se accede al castillo por una amplia escalinata (abajo de la foto a la derecha). El castillo está formado por dos recintos escalonados, ambos defendidos por torres semicirculares y lienzos almenados. El recinto inferior posee dos puertas de acceso, la del lado oeste por la que se entraba a pie o a caballo es la que se utiliza actualmente y la del lado este por las que accedían carros y carruajes ( acceso que actualmente está en precipicio por la erosión del cerro). Entrando al castillo nos encontramos con el patio de armas y de allí, subiendo por una empinada escalera llegamos a un segundo recinto en el centro del cual se alza la torre del homenaje. Este torreón es de planta cuadrada con mampostería y sillería. Su bóveda presenta una cubierta interior de crucería gótica, con nervios de piedra y elementos de ladrillos. Mediante una escalera de caracol se accede a la terraza superior de dicho torreón donde hay una terraza almenada.
Desde la plaza de Santa María se accede al castillo por una amplia escalinata (abajo de la foto a la derecha). El castillo está formado por dos recintos escalonados, ambos defendidos por torres semicirculares y lienzos almenados. El recinto inferior posee dos puertas de acceso, la del lado oeste por la que se entraba a pie o a caballo es la que se utiliza actualmente y la del lado este por las que accedían carros y carruajes ( acceso que actualmente está en precipicio por la erosión del cerro). Entrando al castillo nos encontramos con el patio de armas y de allí, subiendo por una empinada escalera llegamos a un segundo recinto en el centro del cual se alza la torre del homenaje. Este torreón es de planta cuadrada con mampostería y sillería. Su bóveda presenta una cubierta interior de crucería gótica, con nervios de piedra y elementos de ladrillos. Mediante una escalera de caracol se accede a la terraza superior de dicho torreón donde hay una terraza almenada.