Si entramos en el interior de la vivienda principal, comprobamos su lamentable estado de abandono y deterioro. Nos llama la atención, no obstante, algún resto decorativo, como esta pieza que vemos en la
fotografía. Tuvo que ser una buena y acogedora
casa, no olvidemos que en los años 50 y 60, era habitada por varias
familias, encargadas de la labor de las
fincas adyacentes.