El nombre de este
pueblo segun me contaron los mayores de
Villarrobledo se debe a un fenómeno extraordinario que tuvo lugar en esta localidad hace ahora más de 70 años. Recién instaurada la República la villa prosperaba (con apenas 40 habitantes en 15
casas) como podía, pasando penurias económicas, pero viviendo del escaso
ganado y cultivos que tenían. El pueblo era
feliz, hasta que un bonito día de
primavera de 1930 llegó una inesperada visita que cambiaría por siempre el devenir y futuro del pueblo: Un hombre algo obeso, de apariencia desaliñada y sin afeitar apareció suplicando ayuda. Había estado - según el, por motivos políticos - huyendo de la policía desde
Madrid, y ahora se encontraba agotado y muy hambriento.
Los generosos habitantes del poblado no dudaron ni un momento en ofrecer sus casas y víveres más preciados al exhausto recién llegado, que no podía más con su alma. Debido a la precaria situación económica de los habitantes, pactaron acogerle una
noche cada uno hasta que se recuperase.
Pasaron 2 meses. Su apetito era voraz, no había forma de saciarle...La
matanza de Enero, el
Pan de hogaza, la ensaimada manchega, el queso viejo...Todo caía en las manos de aquel obeso hombre, dejando escasos víveres para los habitantes, que, como pueden suponer, poco a poco fueron pereciendo en la más absoluta hambruna. Las casas quedaron sin dueños, y pasaron a engrosar el haber de ese nauseabundo ser.
El origen del hombre hoy todavía es un misterio. Unos dicen que se llamaba Pancho, y que en realidad era del pueblo de al lado, pero para otros la
historia era más que gula y atrocidad: Su nombre era Hacienda, un malvado personaje que año tras año visita nuestras casas y estrangula nuestra existencia hasta nuestra muerte.
Que Dios bendiga a esos nobles habitantes, y a todos los que hoy, igual que ellos, recibís la visita del obeso de Hacienda año tras año. Yo me voy a Andorra.