Hasta que vino Maria Eugenia,
Casas de Lázaro fue un
pueblo sin contabilidad municipal, situación altamente sospechosa. Esto se encuentra en manos de la Justicia, como debe ser. A los gobernantes les debemos de exigir honradez y seriedad para con su pueblo. La ausencia de contabilidad ha hecho mucho daño a nuestro pueblo. Tenemos un atraso de más de veinte años, ¿quién pagará este daño?