Este pebetero (quema-perfumes) apareció en el yacimiento arqueológico (íbero) de La Quejola representa una hectarea, sacerdotisa de la diosa fenicia Astaté y porta en una de las manos una paloma, simbolo de la divinidad. Se puede ver en el Museo del Parque junto con gran cantidad de restos cerámicos y armas que aparecieron. Como curiosidad se dice que en los restos de cerámica aparece vino lo que lleva a la conclusión de que cinco siglos antes de Cristo se producía en la zona esta bebida que después se comercializaba con Grécia.
De los restos de polen y vegetación se deduce una hidrografía muy superior a la actualidad en la zona, hay alguna teoría no demostrada de que este poblado estaba situado cerca de la Vía Hercúlea que unía Sagunto con Cadiz, pasando por las zonas mineras de Jaén.
De los restos de polen y vegetación se deduce una hidrografía muy superior a la actualidad en la zona, hay alguna teoría no demostrada de que este poblado estaba situado cerca de la Vía Hercúlea que unía Sagunto con Cadiz, pasando por las zonas mineras de Jaén.