Reflexión
Frases de DIA. 07.08.08
Cuando amaneció, aprendí la primera lección
Ni son todos los que están, ni están todos los que son
Nunca ahíta la carne frita
No hay atajo, sin trabajo
Siempre que veas la barbas pelar, echa las tuyas a remojar
LA PRIMICIA:
Ayer mi niña me escribía una poesía que me lleno bastante por su contenido, y lo que yo pude leer a través de esas cuantas líneas que fue mucho, los POETAS solemos ser muy imaginativos a la hora de buscar respuestas a nuestras dudas.
Me acuerdo de que mi niña cuando era pequeña y la cogía en mis brazos siempre le solía contar cuentos de princesas, y me acuerdo que ella me decía siempre, Papá es guapa y yo solía decirle siempre, Si es como tú.
Los cuentos que nos cuenta cuando somos pequeños los solemos conservar toda la vida al igual que las canciones que aprendemos y con los niños que jugamos y es que la memoria en esta edad suele retener muy bien todo lo que por ella pasa.
Hablo siempre en primera persona, que es lo que a mí me pasa que no es diferente a los que pasa a la mayoría de los mortales, unos de los recuerdos antiguos que tengo es de haber bebido agua en el pozo de la Hontanilla del tío Dionisio el Zurra en la tapa de la petaca de mi padre que se metió en el pozo y saco su petaca donde llevaba el tabaco y en la tapa la lleno de agua y me la dio a bebé,, ayer fue la fecha, que agua más rica tenía este pozo, que ahora estará seco y cuanto quise a mi padre en vida, aunque siempre que se dirigió a mi me dijo judas, a este en la mili le van a quitar hasta las pelotas y es que era un desastre pero en cualquier parte me daban las doce.
A María Eugenia
Fui concebida en alegría
Por mi madre y mi padre
Y al mundo vino una cría
Oír decir a mi comadre.
Destetada al principio
Y chupando del biberón
Así fue desde mi inicio
No siendo un bebé llorón.
Luego me dieron papilla
La cual a mí me gustaba
Porque era una niña pilla
Para lo que me encantaba.
Papilla y biberón juntos
Era para mí un alimento
Que me producía eructos
Llenos de un gran contento.
Tuve la ocasión de probar
La ternera y las judías
Y me complacía degustar
El pollo en algunos días.
Me salieron los dientes
Y ya comía pan y pescado
Y algunas cosas crujientes
Que alternaba con estofado.
Me acostumbre a mover
Cuchara, cuchillo y tenedor
Y la comida aprendí a remover
Cuando de niña iba al comedor.
Un hombre de principios
Es mi padre, y algo gruñón
Que construye con sus ripios
Y con María Eugenia me acuñó.
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