Comentario
Eugenia Cerillo Ruiz
EL DESPIDO DE UNA TRABAJADORA
Fue el DIA siete de abril de 1.994, el elegido
Por la mano negra, reunida en pleno consejo
Para llevar su valerosa hazaña de DESPIDO
Tramada con frialdad, hasta hundirte no cejo.
La clínica aquella mañana estaba toda de gala
El jurado uniformado aguardaba en la puerta
La acción requería sigilo, para dejar atrapada
Por sorpresa a la cocinera, por no ir despierta.
Victima, calumniada y vejada por mis verdugos
Y tratada sin compasión humana por ese consejo
teníendolo en mente y ensayado, los finos galgos
En alta voz me intimidaron, y aturdida me dejo.
¿SI NO TE VAS POR LA FUERZA TE ECHAMOS?
Obra tuya es, siendo el triunfo total y completo
La campaña la has llevado con acoso y derribo
Vocación carcelaria refinada, de saña repleto
Querías un precedente de calumnia a lo vivo.
Lengua viperina y ruin como la sierpe de veneno
El que inoculaste a tu víctima con mucha maldad
Con la humildad de Dios aceptare, este mi destino
El sufrimiento del inocente también tiene claridad.
El silencio es maestro elocuente de habladurías
Dejando reflejadas las que tuve por compañeras
Trabajando en la cocina dieciséis años con ellas
Hasta tu, que me “Criaste “ en el juicio faltabas.
Me han despedido todos, el poder y el soborno
El que perjuro y el que por miedo también callo
Esta es la moneda que condena a todo inocente
Y esto lo sabe Dios, Yo, y vuestra conciencia.
UNA TRABAJADORA DE LA CLINICA “NTA. SEÑORA DE GUADALUPE
Calle Moragas de Esplugas de Llobregat Barcelona
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